La glorieta es un parque histórico de la ciudad, construido a finales de 1928, cuyo diseño ha ido variando a lo largo de los años hasta obtener su configuración actual.
Se trata uno de los parques urbanos más extensos, enclavado en el mismo centro de la ciudad, siendo unos de los parques más visitados de la localidad. Representa el lugar perfecto para el ocio en la ciudad: auditorio de conciertos al aire libre, zonas de paseo, parques infantiles, zonas de descanso, terraza, y una espectacular fuente central. Su trazado es de gran belleza y es de visita inexcusable.
El parque se encuentra poblado por una gran cantidad de especies arbóreas y arbustos, principalmente su Olma, tratándose de un árbol centenario perteneciente a la especie Ulmus Minor.
Los olmos y las olmas eran antaño una especie muy común en las zonas de huerta de la comarca. Eran usados tanto como árboles de sombra como para delimitar la propiedad agraria, y se criaban sobre todo cerca de los lechos de los azarbes y las acequias, al igual que otras especies como sauces llorones o chopos, aunque han ido desapareciendo debido a las transformaciones en los sistemas tradicionales de regadío y a las plagas importadas que han ido apareciendo a raíz de la implantación de nuevos cultivos.
La popular Olma de la Glorieta ha podido perdurar en buenas condiciones gracias a que ha quedado inmersa dentro del casco urbano de Callosa, y sus profundas raíces llegan a los acuíferos subterráneos que escurren de las laderas de nuestra Sierra. Con sus 25 metros de altura, y sus casi 150 centímetros de diámetro, hablamos quizás del árbol más emblemático y notable de todo el entorno urbano de la localidad.
Entre otras especies arbóreas de la Glorieta se encuentran las araucarias, llamadas también pinos chilenos, cuyo crecimiento es fácilmente reconocible ya que cada año produce un nuevo piso de ramas. También podemos apreciar árboles de hoja perenne, como falsas pimientas, los ficus o los laureles, y de hoja caduca, como los arces y los chopos. En cuanto a las palmeras, tenemos las palmeras Washingtonias y las palmeras Canarias.
Los arbustos que aparecen son los tradicionales rosales y aromáticas mediterráneas, como los romeros santoninas y lavandas. Aparecen también setos silvestres, hibiscos y adelfas.
La flora de temporada depende de la época del año, y entre ellas podemos destacar las petunias, margaritas de colores variados, pensamientos, anthirrinum y bulbos de flor como gladiolos, lilas y calas.